La joven acababa de recoger a su novio y conducía a una velocidad reducida por las calles de la villa orensana de O Carballiño. El novio de Vanesa tuvo un gesto cariñoso con ella mientras conducía. Se le acercó desde el asiento del copiloto y le dio un beso en la mejilla. Ella asegura que nunca apartó la vista de la carretera, pero la Guardia Civil de tráfico considera que "la conductora mantenía relaciones cariñosas con el acompañante", lo que, aseguran, limitaba su capacidad de movimientos. Para Vanesa es "surrealista".