Cambio en Iberia. La aerolínea de bandera propiedad de International Airlines Group (IAG) ha empezado a aplicar los principios más anglosajones de moralidad en una compañía habituada a costumbres muy hispanas. El nuevo piloto de la sociedad ha decidido suprimir todos los privilegios de los que gozaban los exconsejeros, como Rodrigo Rato. Luis Gallego, que cuando fue nombrado presidente de Iberia renunció voluntariamente a cobrar un bonus de 632.000 euros por el sacrificio exigido a la plantilla, no quiere que su gesto caiga en saco roto.

No solo a la vieja política le gusta viajar en business. El coordinador general de la alcaldía de Madrid es el más viajero del Ayuntamiento. A finales de marzo viajó por trabajo a la gran manzana en clase VIP. El billete de ida y vuelta que en turista hubiera rondado los 600 euros ha costado a las arcas públicas 2.600. La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha puesto fin al despilfarro y ha impuesto una condición: cualquier miembro de su equipo de Gobierno que tenga que viajar en avión por motivos laborales lo hará siempre en clase turista.