Tras la referencia en el New York Times al kalimotxo y la explicación de cómo prepararlo adecuadamente, unos jóvenes emprendedores norteamericanos han creado un producto basado en este combinado al que han llamado Motxo.
El chascarrillo de un vecino ha terminado por convertirse en un expediente municipal para apodar esta vía por el nombre de la famosa bebida formada por este refresco y vino tinto