Habían pasado apenas dos semanas de la muerte de Jimi Hendrix y el rock sumaba otra pérdida. También a los 27 años. También por severos desajustes con el alcohol y las drogas duras. También en la plenitud de sus músicas, moría Janis Lyn Joplin. La desgarrada, sufrida, visceral y adorada Janis. Estaba grabado entonces el mejor disco de su vida (Pearl, claro). Su banda era nueva y la bruja cósmica venía de tomarse el verano de 1970 para hacer un viaje sanador por Río de Janeiro.