Hay una cosa que está clara: las multas con los coches autónomos desaparecerán. Del todo. Y es simplemente porque el concepto de coche autónomo (completamente autónomo) no es compatible con la idea de una multa.

Los coches autónomos van a cambiar la manera en la que vemos la movilidad, pero también van a cambiar el papel de las compañías aseguradoras. Los coches autónomos están cada día más cerca de nosotros, fabricantes que nunca antes habían hecho un coche coquetean con la idea de presentar algo revolucionario, fabricantes que nunca antes habían hecho un coche han demostrado que van por delante de los que llevan años comandando el sector, incluso con mentiras. Pero la pregunta del millón es y será: ¿y si tengo un accidente quién tiene la culpa?

Durante la noche del 10 de febrero, una multitud rodeó un coche autónomo blanco que circulaba por una calle del distrito Chinatown de San Francisco. Un testigo que publicó vídeos del incidente explicó que esta guerra ciudadana contra los coches autónomos ocurrió mientras la gente celebraba el Año Nuevo Lunar chino lanzando fuegos artificiales. La locura empezó cuando una persona saltó sobre el capó del vehículo Waymo y rompió su parabrisas. Otra persona también saltó sobre el capó 30 segundos después mientras...

La tecnología de conducción autónoma promete cambiar la forma en la que avanzamos, pero no parece que eso vaya a afectar significativamente a las primas de seguros. Quitar al ser humano no supone bajada de riesgos. La introducción del coche autónomo es progresiva. Un cambio potencial que podría ocurrir es quién paga, como los fabricantes de automóviles. Otro posible cambio es la introducción de nuevos productos de seguros diseñados específicamente para vehículos autónomos, como el cibernético en caso de hackeo.

¿Quién debe morir y quién debe salvarse ante un accidente inevitable? ¿Atropellar a una niña que cruza en rojo o a una anciana? El MIT lanza una plataforma que permite al internauta 'mojarse' en los debates planteados por el coche El nuevo test del prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) pretende profundizar en el debate moral de los coches autónomos, que empezarán a poblar las carreteras en los próximos años.

Una mujer en Tempe, Arizona, murió tras ser atropellada por un coche autónomo operado por Uber, en lo que parece ser la primera muerte de un peatón atropellado por un vehículo autónomo en vías públicas. El vehículo operaba autónomamente, aunque con un conductor humano de seguridad al volante, cuando atropelló a la mujer, que estaba cruzando la calle fuera de un paso de peatones, declara la policía de Tempe en un comunicado.

El coche autónomo de Uber, un Volvo XC90, detectó a la mujer que cruzaba la calle en bicicleta seis segundos antes del atropello mortal. Sin embargo, el sistema no pudo identificar con claridad qué tipo de ‘objeto’ era y, a su vez, la conductora frenó muy tarde y apenas redujo la velocidad. Por último, la víctima mortal dio positivo en marihuana y metanfetaminas.

Según ‘The New York Times’ Apple podría estar colaborando con Volkswagen en el desarrollo del coche autónomo; por el momento trabajan con unas furgonetas T6 en las instalaciones de Italdesign

El coche autónomo podría ser una de las grandes revoluciones de la sociedad, y Waymo parecía encaminada a liderar dichos proyectos. La realidad parece ser bien distinta según Amir Efrati, un editor de The Information que ha explicado tanto allí como en Twitter cómo diversos testimonios demuestran que los sistemas de conducción autónoma de Waymo aún están lejos de comportarse de forma totalmente eficiente.

Muchas personas, o la gran mayoría, lo primero que hacen antes de cruzar una calle es mirar al conductor del coche que se aproxima para saber si ya los vio, es una especie de lenguaje no verbal que les permite saber si pueden cruzar sin tener el riesgo de ser atropellados. Pues con la llegada de los coches autónomos esto desaparecerá, ya que tendremos que confiar ciegamente en los sistemas del vehículo y creer que nos ha detectado al estar cruzando una calle. Ante esta situación, Jaguar contrató un equipo de psicólogos cognitivos.

Aunque fue la ESA la que nos dejó boquiabiertos con su destreza para manejar un vehículo a miles de millones de kilómetros con la gestión del aterrizaje de Philae, la NASA no podemos decir que no tenga experiencia en vehículos que no se manejan directamente. Pero ahora quieren que sean completamente autónomos.

El pasado 14 de febrero, un coche autónomo de Google ha causado el primer accidente de tráfico de un vehículo sin conductor. Y lo ha hecho contra un autobús.

Hace tiempo que Uber está evaluando el comportamiento del coche autónomo como futuro de su servicio, pero las cosas no le están yendo del todo bien.

Uber pierde a una de sus cabezas en el rubro de la investigación de los coches autónomos tras protagonizar un escándalo por supuesto robo de tecnología.

El futuro de la industria del automóvil son los coches autónomos. Pocos dudan de este horizonte. Lo que sí genera abundantes interrogantes es cómo lidiar con esos vehículos del futuro que tomarán decisiones por sí mismos. Sus elecciones en carretera, llegado el momento, pueden tener lugar en situaciones críticas, de vida o muerte. Por eso el Gobierno alemán ha puesto a trabajar a un grupo de expertos en una comisión ética sobre coches autónomos. Es el primer país que lanza una iniciativa de este tipo.

Los accidentes relacionados con coches autónomos siguen apareciendo, si no pregúntenle a Uber y Tesla. Ahora fue el turno de Waymo, filial de Alphabet (Google), cuyo monovolumen Chrysler Pacifica estuvo involucrado en un choque en Chandler, Arizona, donde hace unos meses iniciaron con sus pruebas sin conductor de seguridad.

El pasado 19 de marzo de 2018 no fue un buen día, por primera vez un coche autónomo había matado a un peatón. Se trataba de un SUV de pruebas de Uber en la ciudad de Tempe del estado Arizona en Estados Unidos.

Según una noticia (de pago) del Wall Street Journal, Toyota tiene pensado invertir 500 millones de dólares (americanos) en Uber, valorando la compañía en 72000 millones de dólares (americanos). Toyota y Uber se están aliando para desarrollar la tecnología del coche autónomo, un área que Uber considera crucial para su futuro, pero en la que de momento no ha tenido mucho éxito. No es la primera vez que Toyota invierte en Uber, pues ya lo hizo en 2016. También parece que ya habían empezado a colaborar en la tecnología del coche autónomo.

El coche autónomo de Apple se trataba de un SUV Lexus RX450h, el cual se preparaba para incorporarse a Lawrence Expressway en Sunnyvale, Silicon Valley en California. El informe menciona que el Lexus de Apple se movía a menos de 2 km/h cuando un Nissan Leaf se impactó en la parte trasera del Lexus a una velocidad de casi 25 km/h.

Numerosas compañías tecnológicas avistan ya un cercano futuro en el que las mercancías sean distribuidas por coches autónomos, sin mensajeros humanos al cargo

San Francisco se ha convertido en un enorme banco de pruebas a escala real de los coches autónomos sin conductor. Las hazañas y problemas que causan los robotaxis de Cruise (General Motors) o Waymo (Alphabet, es decir, Google) son elementos recurrentes. Y en la ciudad del norte de California ya no solamente los bomberos, que ven cada día como esos coches les impiden trabajar correctamente, se están empezando a hartar de los taxis sin conductor.

Un informe de la empresa IDTechEx señala que, aunque los primeros modelos con conducción autónoma de nivel 3 ya están la venta (un Honda, y sólo en Japón), esta tecnología se implantará de forma masiva a partir de 2023. Y, para 2024, podrían igualar o superar los niveles de seguridad de un conductor humano.