La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) ha expulsado a cerca de 10.000 inmigrantes sin papeles que han cruzado la frontera de Estados Unidos desde que se puso en marcha el 21 de marzo una medida que le permite a los agentes devolver a los indocumentados sin necesidad de iniciar un proceso en sus centros. Las nuevas reglas, amparadas en atajar la propagación del coronavirus, afectan a los detenidos de México, Guatemala, El Salvador y Honduras, que son devueltos al país vecino del sur o a Canadá. Actualmente,