Las mujeres, en general, asumen la mayor parte de los cuidados. Incluso antes de la COVID-19, realizaban el triple de trabajo doméstico y de cuidados no remunerado que los hombres. En la actualidad, las mujeres empleadas en el sector formal que tienen hijas o hijos se debaten entre su empleo (si lo pueden conservar), el cuidado infantil, la educación en el hogar, el cuidado de personas mayores y el trabajo doméstico. En peor situación todavía se encuentran las mujeres que trabajan en la economía informal, muchas de ellas migrantes.