Emile Ratelband, un empresario holandés de 69 años ha llevado la discriminación por razones de edad a límites insospechados. Según él, tras hacerse una revisión, los médicos le han asegurado que fisiológicamente tiene 45 años. Dado que así es como se siente, y no como un jubilado, ha pedido a los tribunales que modifiquen su partida de nacimiento: en lugar de la fecha real, 11 de marzo de 1949, quiere que pongan el mismo día, pero de 1969. Si los transexuales pueden cambiar de género y que conste en el pasaporte, por qué no de edad”, ha dicho.