Un escolar de entre seis y doce años ve 25 anuncios de comida cada día y el 75% son de productos que no debería consumir habitualmente. Pero lo acaba haciendo, en muchos casos porque sus progenitores caen en “esos reclamos que confunden a los padres, que quieren comprar lo más saludable para sus hijos”. “Si se cumpliera el criterio establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), habría que retirar de las pantallas tres cuartas partes de los anuncios”, denuncia Royo-Bordonada, que culpa a una dejación de responsabilidad de las...