Y en el caso específico de las mujeres, ¿tenemos que asumir y aceptar que, tras siglos de lucha por, entre otras cosas, nuestro derecho a disfrutar libremente de nuestra sexualidad, el sistema ha reconducido el control sobre nuestros cuerpos a través de las mismas herramientas que nos han servido en muchos casos para lograr esa liberación?