Un tarraconense ha denunciado a los Mossos D'Esquadra la quema de una pancarta por la libertad de los Jordis que había colgado hace unas semanas en la fachada de su casa. El afectado, Pere Socias, ha explicado que este martes por la mañana le han advertido que salía una intensa humareda de su terrado y, cuando lo ha ido a comprobar, los bomberos ya estaban llegando al lugar.

El independentismo ha convocado a sus fuerzas de choque en Barcelona para “amarillear” las calles el lunes 7 de mayo. Miles de personas pondrán lazos, pancartas y pintarán los espacios públicos con sus consignas. Pero a grandes males, grandes remedios. Es lo que han debido a pensar los grupos constitucionalistas de limpieza. Los llamados GDR (Grupos de Defensa y Resistencia)

Se trata de las primeras advertencias trasladadas por informadores de los servicios de inteligencia en los que se avisa de que las calles catalanas soportan demasiada tensión. Tanta, que se puede tornar en “enfrentamiento civil abierto” en Cataluña. Hasta ahora sólo eran unos grupos los que salían a la calle: los radicales separatistas. Comandados por las CUP y los colectivos más radicales del resto de partidos anti constitucionales, los Comités de Defensa de la República (CDR) habían implantado su particular dictadura en las calles.