Ante el más que discreto desempeño del ejército ruso en la invasión a Ucrania, GmitU analiza las principales debilidades que han conducido a la situación presente, es decir, los dos pies de barro: la corrupción generalizada que alcanza a todos los estamentos del ejército (se ofrecen detalles) y una organización inconsistente y sin un rol moderno para la suboficialidad.

Curiosamente, o no, la carne de cañón de Moscú siempre ha provenido de las minorías étnicas de Rusia. Y precisamente en estas regiones, es donde está el mayor descontento ante la movilización total del ejército ruso. Rusia, se parece más a Cronos que a una madre.