Europa tiene muchos problemas, pero el islam no es uno de ellos. Sí lo es la tentación de negar el sello de autenticidad europea a amplias capas de su población que hacen de esta religión una seña de identidad primera.Si Europa rechaza a sus hijos morenos, de nombre árabe, con barba e hiyab, los brazos abiertos de otro futuro, por imposible que parezca, les acoge. Hacer la yihad, real o virtual, se convierte en un acto de insumisión ante una Europa negadora. Articulo publicado el día de los asesinatos de charlie hedbo.