Aunque el orgasmo es ligeramente diferente para cada persona e incluso es distinto para la misma persona en momentos diferentes, los orgasmos masculinos comparten ciertas características comunes: movimientos corporales rítmicos, aumento del pulso, tensión muscular y, posteriormente, una repentina liberación de la tensión que incluye contracciones pélvicas, todo ello se experimenta en todo el cuerpo y aún así, se sigue teniendo la idea errónea de que el orgasmo es un asunto estrictamente genital.