La dueña del can ha pasado a disposición judicial para ser juzgada por un presunto delito de maltrato animal.

Según Rubén Pérez, trabajador social e integrante de la ONG Libera que denunció el caso, el protagonista de los hechos aseguró "soy cazador y disparo a quien me sale de los cojones". La Federación Gallega de Caza está estudiando personarse como acusación particular.

Ni las numerosas llamadas ni las publicaciones en las redes sociales o los incontables kilómetros que recorrió con el coche lograron que Cata volviese. «La di por perdida», asume José Antonio. Sin embargo, hace unos días este lucense recibió una llamada de la Protectora de Animales y Plantas de Lugo en la que le preguntaban si había perdido a una perra. «Arranqué de inmediato y en cuanto la vi, ya me reconoció», cuenta el hombre aún ilusionado por el emotivo reencuentro.

Agentes de Seprona y técnicos de Medio Ambiente están investigando los hechos tras recibir las pertinentes denuncias. Por el momento, el cazador que conducía el vehículo ya ha sido identificado y se enfrenta a una infracción administrativa grave, con sanciones de entre 501 y 5.000 euros por maltrato animal.

El conductor de una empresa lucense, que transportaba carne hacia el Reino Unido, se encontró en días pasados, a la altura de Caen (Francia), con once inmigrantes ilegales -aparentemente procedentes del norte de África- que se habían subido de forma clandestina a su vehículo para cruzar la frontera. este suceso se produjo “el lunes de la semana pasada”, cuando el conductor escuchó ruidos en la caja del camión después de haber pasado por un control fronterizo. Entonces, tomó la decisión de regresar a la frontera y volver a pasar los controles.

De unos 30 años y latinoamericano, ha sido trasladado a la comisaría de Lugo para ser interrogado por el crimen que conmocionó a toda la ciudad y que acabó con la vida de una mujer muy querida en A Milagrosa

El churrero que el año pasado pagó 82.000 euros para gestionar las dos churrerías que se sitúan tradicionalmente a la entrada de Rodríguez Mourelo en las fiestas del San Froilán de Lugo no repetirá este 2023. El año pasado, cuando el Concello de Lugo sacó a concurso los puestos y atracciones de la fiesta, el empresario rompió todas las previsiones al ofrecer 51.000 euros por uno de los espacios y 31.000 por otro. Una cantidad que multiplicaba por seis el precio de salida que había establecido el Ayuntamiento para cada ubicación, 6.485 euros.