Algunos afirman que no existe la masculinidad tóxica sino que la masculinidad en sí es tóxica. La creatividad masculina, las contribuciones y los logros se atribuyen a una suerte de rasgos individuales o a una posición de privilegio. A los hombres se les está recriminando su agresividad que, si bien es cierto que puede ser lesiva, también es esencial para competir y defender. El hombre está inmerso en una crisis de identidad por la demonización de su sexo. Un factor que les está condicionando socialmente, por ejemplo, con mayores penas por el..
