Aunque la polémica de los shorts lleva todo el verano, ha sido estos días cuando ha salido a la luz a raíz del ataque de 10 jóvenes a unas mujeres que se encontraban con su familia paseando en pantalón corto. Según Le Figaro, los acosadores, de entre 17 y19 años, y de los que no se ha desvelado la nacionalidad ni la religión, las llamaron "putas" y la emprendieron con ellas y sus familias por ir "desnudas". El altercado no quedó ahí y los agresores hirieron físicamente a los familiares de las mujeres.

Un hombre musulmán que llevaba pantalones cortos para jugar un partido de fútbol sala se enfrenta a una sanción por parte de las autoridades religiosas de Kelantan, Malasia. Wan Khairul Hayyee Wali, de 30 años, se dirigía a jugar al fútbol sala cuando fue visto con los shorts cuando bajó un momento del coche para comprarle una hamburguesa a su esposa. Ahora el hombre deberá comparecer el mes próximo ante el tribunal de la sharia por mostrar sus rodillas en público.

Pierre Achkar, el alcalde del poblado de Brummana, en el Líbano, después de meditar por varias semanas estrategias para atraer el turismo a su ciudad, no tuvo mejor idea que hacer que las oficiales de tránsito usen pantaloncitos cortos cuando estén en servicio. El político declaró al sitio RT que su idea es cambiar la imagen sombría que se tiene del país en el occidente. "Noventa por ciento de los turistas en el área del Mediterráneo usan shorts", declaró.

Las estudiantes llevaban puestos unos 'shorts' y acogiéndose a la normativa, "no se permitirá el uso de: bañadores, la exhibición de la ropa interior, camisetas con mensajes de carácter sexual, racistas u otros tipos de frases que puedan dañar u ofender a miembros de la comunidad escolar, pantalones tipo 'short' y camisetas de tirantes a los alumnos (chicos)", se les denegó el acceso al aula y como castigo fueron llevadas a la biblioteca.

Ksar El Kébir fue detenido este lunes en Marruecos después de haber pedido en Facebook la ejecución de un grupo de jóvenes belgas que vestían pantalones cortos mientras trabajan en un voluntariado en una barrio de un pueblo cercano a Taroudant.

El juzgado de lo mercantil 5 de Madrid ha emitido una sentencia que parece modesta, pero tiene consecuencias incalculables. Condena a una empresa de gimnasios estadounidenses (la mayor de Europa por número de socios) por una publicidad donde se enfocan los glúteos de una modelo en pantalón corto. También se condena a McFit por una segunda campaña donde se muestra “una prenda que deja al descubierto más de la mitad de las nalgas de la mujer y que se ciñe a la línea interglútea de forma parecida a un tanga”. ¿Qué nos jugamos en el plano cultural?