En el mundo financiero las tarjetas vienen a ser el equivalente a las corbatas en el mundo de la moda. Si me diesen un euro cada vez que un diseñador, una revista, un gurú ha anunciado la muerte de la corbata no me harían falta tarjetas. Es broma, pero se lleva anunciado el fin de la tarjeta desde hace tiempo y esta se resiste como gato panza arriba frente a los móviles, los procesadores de pago virtual, etc. Es más, en los últimos meses estamos viendo el nacimiento de hasta cuatro nuevos tipos de tarjetas.