Los enfermos de hepatitis C han decidido dar un voto de confianza al Gobierno y van a aparcar sus movilizaciones, al menos por el momento. El colectivo, agotado tras meses de intensas protestas, ha acordado tomarse una 'tregua vigilante' y dará un tiempo prudencial al Ministerio de Sanidad y a las comunidades autónomas para que, tras la entrada en vigor del Plan Estratégico para el Abordaje de la Hepatitis C el próximo 1 de abril, empiecen a llegar los medicamentos de última generación a los afectados. De no ser así, volverán a las calles.