En el caso de Driss Oukabir, que se entregó a los Mossos la misma tarde del atentado al ver su fotografía en la televisión, el instructor considera que fue “cooperador necesario” para cometer los atentados. Pra Andreu es “razonable” entender que Oukabir era “plenamente consciente de la radicalización yihadista sufrida por su hermano menor, Moussa Oukabir, quien habría sufrido una exacerbación religiosa, reflejada tanto en su forma de vestir y de peinarse como en sus hábitos religiosos”.