Entre unas de las muchas conclusiones que se pueden extraer de las recientes elecciones catalanas, está el patente retroceso de Podemos. Desde hace unos meses, las distintas elecciones y sondeos advierten del cambio de tendencia para la fuerza de Pablo Iglesias. Aparentemente tocó techo a principios de año, situándose en intención de voto casi a la par que el PP y por encima del PSOE, convirtiéndose en el principal referente y alternativa de los populares. Sin embargo, desde entonces la trayectoria del partido morado ha pasado del estancamiento