Siguiendo la estela de Obiang, a quien el censo guineano siempre se le quedó pequeño, o de Putin, que demostró que los chechenos no eran rencorosos porque, tras masacrarles, el 99,82% le dio su apoyo en las elecciones, Ciudadanos ha conseguido que haya más votos que votantes en sus primarias de Castilla y León y hasta se ha atrevido a levantar acta de la proeza.