Existe la idea general de que una buena parte de los políticos de los países desarrollados, una vez han finalizado su mandato en el gobierno, reciben en forma de prebenda una posición prestigiosa en una gran empresa privada. Ejemplos nos sobran: como el de Felipe González, José María Aznar, Josep Piqué, Ángel Acebes, Josep Borrell, Elena Salgado, o Ana Palacio.