La víctima es escritor y pide 24.000 euros de indemnización al padecer «evitación fóbica de su actividad creativa». La víctima dice que sufrió una brutal paliza y el acusado que ni le tocó, que solo se cayó. La jueza tendrá que decidir quién cuenta la verdad. Si determina que el sincero es el cliente, tendrá que condenar al hostelero a una pena de entre uno y dos años de prisión como autor de un delito de lesiones. Además, tendría que indemnizar a la víctima en una cantidad cercana a los 24.000 euros por los gastos médicos, daños morales...