El Gobierno de Pedro Sánchez ha estado negociando con el nacionalismo vasco, entre otras concesiones, traspasar la titularidad de dos Paradores, cuya gestión depende históricamente del Estado, al País Vasco. Concretamente, se trata de los hoteles de Fuenterrabía (Guipúzcoa) y de Argómaniz (Álava) que reclama el Gobierno de Íñigo Urkullu amparándose en el artículo 10.36 del Estatuto de Guernica.