Además de súper negocio (que le jodan al capitalismo verde), obvio, manufacturado todo ello por la satánica ONU, no sólo para la obtención de grandiosas cantidades económicas, sino para evitar la evolución de los naciones más depauperadas de la Tierra. La Palma y todas Las Afortunadas, inicuo laboratorio de experimentación, manipulando la atmósfera. Bombeando agua profunda fría y cargada de nutrientes a la superficie. Giro de tuerca, la hiriente realidad: geoingeniería en su fase marina y microalgas, lo que realmente se hace es sembrar hierro.

De múltiples maneras y con variados, variadísimos objetivos (robarnos el agua, tener radares de altísima tecnología, enfermar y esterilizar al planeta entero...). Pero el gran objetivo, sin duda: apoderarse de nuestra alma, tal las timovacunas.