Los tiempos neoliberales no se han anunciado como buenos para la izquierda. Se han abierto con el fin de la Guerra Fría y la victoria del campo imperialista sobre el socialista, con la sustitución del modelo de bienestar social por el liberal de mercado. Como consecuencias, entre otras, el debilitamiento de la idea del socialismo, de las soluciones colectivas, de los partidos, del Estado, de los sindicatos, del mundo del trabajo.