Luis Vicente Moro, exdelegado de Gobierno de Ceuta, del que los policías sospechan que actuaba como testaferro del expresidente madrileño le dice que tenga "cuidado" con el marido de la ministra de Defensa. "Lo que le diga Ignacio López del Hierro, lo hace", se oye en la grabación, "Cuidado ahí, ¿eh? Cuidado, Eduardo (Ameijide) es el nexo de Ignacio López del Hierro", le dice Moro a Ignacio González, en referencia al marido de Cospedal. "Totalmente", le responde González, quien añade: "Lo se, lo se...

El arrepentido Diego Arias señaló al expresidente madrileño como muñidor de una comisión de seis millones en una declaración desconocida hasta ahora. "Edmundo me dice: "la parte de Ignacio González la voy a recibir yo porque Ignacio está de mierda hasta aquí,no tiene cómo procesar el dinero y no tiene cómo saca y no tiene cómo hacer nada,y me ha pedido que sea yo quien lo tenga". Son dos millones para mí, o sea, para Ignacio González, y un millón de dólares para una persona que me trajo el negocio y me ha ayudado mucho Luis Vicente Moro".

"Estamos eternamente agradecidos a los amigos de Ignacio y cómo han hecho todo", ha asegurado la hermana de Ignacio Echeverría que apunta que los oficiales ingleses están haciendo todo lo que pueden para ayudar a la familia del joven. "Todo esto nos hace apreciar más a nuestro hermano, a nuestra familia y a nuestro país", ha señalado.

Los amigos que acompañaban a Ignacio Echeverría el sábado pasado durante el atentado perpetrado en Londres han asegurado a la familia del español fallecido que llegó a enfrentarse a los tres terroristas a la vez antes de ser apuñalado. Ignacio golpeó con su monopatín a los tres atacantes, que se protegían de los golpes, hasta que el español cayó de una puñalada, según el relato de uno de los amigos, Guillermo, que huyó del lugar cuando uno de los terroristas se dirigía hacia él.

Las conversaciones de Ignacio González grabadas por la Guardia Civil dentro de la Operación Lezo en su despacho de la calle Alcalá no se limitan a insultar a Esperanza Aguirre y Mariano Rajoy. También se ve al Ignacio González conseguidor, embarcado en negocios ajenos, como el de un “amigo” empresario que tiene problemas con hoteles sin mucha rentabilidad. Algo que el expresidente madrileño intenta arreglar con la idea de usar uno de ellos como “una casa de putas” y convertirlo en “un puticlub con habitaciones cojonudas”.

Ignacio González investigó las llamadas de Cristina Cifuentes tras quedarse con el control de la operadora telefónica ICM, que gestionaba el servicio de móviles de la Comunidad de Madrid;“lo hizo tras las elecciones de 2007 y en plena ola de desconfianza por los movimientos de Cristina Cifuentes, según ha declarado ante el juez Francisco Granados”. Ignacio González quería tener el control de la empresa pública de informática y comunicaciones para saber quién contactaba Cifuentes y mantenerla bajo supervisión, pero también dice que “González ten