Nueve personas murieron asfixiadas en Japón y otras trece personas se encuentran en estado grave después de haber comido "mochi", unos pastelillos de arroz glutinoso que se comen tradicionalmente en grandes cantidades durante las fiestas, con sopa o tostado y envuelto en algas secas. Cada japonés consume una media de 1 kg de mochi al año, sobre todo durante la primera semana de enero y los servicios de emergencias recomiendan cortarlo en pequeños trozos.

Los pasteles de mochi se preparan típicamente para celebrar la festividad de Año Nuevo. El departamento de bomberos urge regularmente a los ciudadanos a cortar los pasteles en piezas lo suficientemente pequeñas y masticar concienzudamente antes de tragar. En los últimos años, el 90 por ciento de las víctimas tenían más de 65 años, dijo el departamento previamente.

Mochi pisa por donde pisan los Reyes y Jefes de Estado. Lugares como la abadía de Westminster o la catedral de Atenas en los funerales de la Reina Isabel II y Constantino de Grecia. Y camina al ritmo que marca el Rey Juan Carlos I. A su vera y sin necesidad de mostrar galones, títulos o un puesto en la línea de sucesión para arrogarse tal derecho. Vicente García-Mochales –su nombre completo– ocupa desde hace un tiempo un espacio que trasciende a su cargo como teniente coronel de la Guardia Civil y jefe de seguridad del Emérito. Es su lazarillo,