Actualidad y sociedad

encontrados: 4, tiempo total: 0.004 segundos rss2
1 meneos
19 clics

De la posverdad a la poscensura: obsesionados con no ofender

«La gente está muy enfadada. Creedme, muy enfadada». El agudo diagnóstico pertenece a Donald Trump. Lo dio el 15 de mayo de 2016. Para entonces ya no era un promotor inmobiliario bocazas obsesionado con lucirse en las primarias del partido Republicano, sino un peligro que inclinaba la balanza hacia un territorio político desconocido en Estados Unidos. Su candidatura avanzaba posiciones ante el desconcierto del Tea Party, el temor de las empresas del Nasdaq y el cachondeo receloso de Stephen Colbert y demás presentadores de late nights.
1 0 9 K -77
1 0 9 K -77
567 meneos
7888 clics
“Antes de las redes sociales no éramos tan conscientes de que había tanta gente con mierda en la cabeza”

“Antes de las redes sociales no éramos tan conscientes de que había tanta gente con mierda en la cabeza”

La semana pasada fue Pérez Reverte. Luego le tocó el turno a Dani Rovira, Jorge Cremades, Ignatius Farray… La relación de linchamientos digitales está necesariamente desactualizada, porque no hay día en el que algún comunicador (famoso o no, basta con que sea un tuitero de cierto renombre) reciba un varapalo en las redes sociales por parte de algún colectivo ofendido: patriotas, transexuales, feministas, taurinos, policías, veganos, antitaurinos…
230 337 9 K 332
230 337 9 K 332
31 meneos
279 clics
Este envío tiene varios votos negativos. Asegúrate antes de menear

Lena Dunham ya no es una buena feminista

En la actualidad, el aliado ideológico representa una amenaza más grande para el individuo que el adversario. Es decir: hemos de tener más cuidado con nuestros amigos que con nuestros enemigos. Cualquier desviación de nuestro discurso que viole las sagradas líneas de lo aceptable, impuestas por los más activos de nuestro bando, nos adjudica rápidamente la acusación de traidores. Y hay que andar con mucho tiento, porque se ataca con más saña al traidor que al enemigo.
50 meneos
230 clics
Este envío tiene varios votos negativos. Asegúrate antes de menear

Neocensura

La «neocensura» trabaja así: el ilustrador Ángel Idígoras había recreado la escena del beso de Doisneau en una tapia malagueña y sobre el mural había clavado los versos de Aleixandre: «La memoria de un hombre/está en sus besos». Pocos días más tarde un héroe anónimo decidió escribir junto a los versos la siguiente pregunta: «Y la memoria de las mujeres ¿donde (sic) está?». Como si la proeza no fuese suficiente, el héroe la coronó con un tajante «machirulo» junto a la firma de Idígoras.
41 9 12 K 18
41 9 12 K 18

menéame