El amor del capitalismo, es decir, el amor patriarcal y heteronormativo crece dentro de la jaula de los celos, no puede crecer de otra forma, son hongos en la humedad, son los dientes que han de cuidar el corazón, y cuando la relación se termina: odio, asco, venganza y todo lo que sería digno de un agente soviético en una película gringa.