La compañía, mayoritaria en el mercado, se plantea seguir los pasos de Caixabank y cobrar una comisión tanto al banco como al cliente, que podría verse penalizado con más de 2,65 euros. Servired, la mayor red de cajeros en España (abarca el 70%), se plantea seriamente la posibilidad de imitar a la entidad catalana (uno de sus clientes) y cobrar un extra tanto al banco emisor de la tarjeta como al cliente.