El Departamento de Justicia de Estados Unidos retoma las ejecuciones en casos que han sido llevados por la justicia federal (y no por la vía estatal, la más común para los procesos con pena de muerte) casi dos décadas después. El fiscal general, William Barr, ha ordenado a la Oficina de Prisiones que proceda a aplicar la pena capital a cinco presos condenados por asesinato, con el método de la inyección letal y utilizando una única droga, el polémico pentobarbital. La última vez que se dio una orden similar fue en 2003.