Cuando el pasado 8 de diciembre la nonagenaria británica Margaret Keenan recibió la inyección de la vacuna de Pfizer-BioNTech contra el covid-19, convirtiéndose en la primera persona del mundo en ser inmunizada con ella al margen de ensayos clínicos, su fotografía dio la vuelta al mundo. La visión de una plácida Keenan recostada en el sillón, ataviada con una camiseta con un feliz pingüino navideño, se convertía en la imagen de la esperanza para 2021. No obstante, antes que ella, más de un millón de chinos habían sido vacunados de “emergencia”