Mendigas un poco de felicidad pero la seguridad es lo más importante para cobardes como tú. No te preguntas si haces bien o mal, sólo qué dirá el vecino, o si tu honestidad podría costarte dinero. Habrías vencido hace tiempo a los tiranos si tu corazón hubiera estado vivo y sano, ya que se necesita un buen montón de mezquindad para saber de tus miserias y utilizarlas para anularte de la manera más cruel, para reírse de ti desde la iglesia oficial, la prensa y la televisión…