Un Congreso Extraordinario en el que toda la militancia del Partido pueda exponer sus ideas, votarlas y seguirlas disciplinadamente después. Un Congreso en el que, además, se reconstruya el Partido en sectores profesionales y por ramas del trabajo, en vez de por federaciones regionales, mimetizándose con los Reinos de Taifas autonómicos que deberíamos combatir en pos de realizar el único verdadero proceso constituyente que puede hoy haber en España: transformar la Monarquía Parlamentaria y la Constitución de 1978 en una Tercera República