Los habitantes de Deir ez-Zor están rodeados y asustados. Combatientes del Estado Islámico ya controlan alrededor del 40% de esta ciudad en el desierto oriental de Siria y han rodeado el resto de la ciudad en un asedio que comenzó en diciembre.

Momento en el que cientos de sirios son obligados a volver a enfrentarse a la muerte al tiempo que soldados turcos fronterizos observan con impotencia.

Fuerzas kurdas en Siria se han apoderado de una carretera clave para el grupo Estado Islámico, cortando conexiones por carretera entre Turquía y la ciudad de Raqqa en Siria, controlada por el ISIS, dijo una fuente militar.

Cuatrocientos brigadistas extranjeros, entre ellos, al menos dos españoles procedentes de la organización Reconstrucción Comunista, se han unido hasta la fecha a las fuerzas que combaten a Daesh desde los cantones kurdos de Rojava, en el norte de Siria, según el Observatorio para el Derechos Humanos en Siria, con base en Londres. El primer batallón de brigadistas internacionales fue oficialmente constituido la semana pasada para apoyar la campaña militar en los territorios autogestionados por el Partido de Unión Democrática Kurdo (PYD), en coal

Al Barakat llegó hace dos años con su mujer y sus cuatros hijos al campamento de Zaatari, situado en Jordania y a tan sólo 10 kilómetros de su país, Siria. Atrás dejaba un panorama desolador: todo lo que conocía se lo había tragado la guerra. En su nuevo hogar, un habitáculo de chapa, olvidó cómo pronunciar las palabras antes o volver. Para este ex conductor de camiones su presente era el campo y encontró una manera de dar la vuelta a su destino: enseñar taekwondo a una generación de niños marcados por la violencia. El objetivo: formar futuros

Es el segundo accidente de este tipo en 24 horas; un testigo ocular dijo a Haaretz que los manifestantes extrajeron dos sirios heridos del vehículo militar y los golpearon.