La ejecución, el pasado sábado, del clérigo chií Al Nimr, ha polarizado el mundo musulmán, con Arabia Saudí e Irán liderando cada bando. Sudán, Bahrein, Emiratos Árabes, Kuwait, están tomando medidas contra Irán. Más tibia se ha mostrado la comunidad internacional. España, Francia, entre otros gobiernos, han llamado a la calma.