El estanque está lleno de tortugas y el agua infectada por los residuos arrojados provoca diariamente la muerte de varias, que son retiradas por el servicio de jardinería, lo que evita que la gente las vea, según una denuncia cursada en Change.org. Pero los fines de semana no está operativo este servicio, por lo que es habitual ver varios ejemplares flotando muertos y acumulándose en los laterales del estanque, desplazados por los que aún viven.