El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil tiene abierta desde el pasado mes de diciembre una investigación a la empresa que explota la mina de Riotinto, Atalaya Mining, para aclarar el destino de los 3 hectómetros cúbicos de aguas ácidas que almacenaba la zona de Cerro Colorado y que ya no están contenidos en esa corta minera. Estas aguas, si se vierten a cauce público, deben pasar por un proceso de tratamiento en una planta diseñada y anunciada al efecto de la que actualmente carece la compañía.
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Las empresas estas hacen lo que les da la gana, si los pillan, intentar untar a quien haga falta, y en el remoto caso de que no funcione, tal vez les cae una multa. Pero los litros de porqueria y contaminación, y su correspondiente daño, dificil de reparar, ahí queda .
Aznalcóllar dixit..