En un principio, en la Iglesia primitiva, no existía ningún tipo de cortapisa a la posibilidad de que los dedicados al servicio de Dios pudieran tener una vida sexual igual a la del resto de los mortales, admitiéndose el matrimonio y la procreación entre ellos. Se sabe que tanto San Pedro como otros apóstoles estaban casados por lo que muchos clérigos seculares consideran el celibato como una imposición canónica contraria al espíritu evangélico primitivo.
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verjaverga tiesaY eso, meapilas de pactotilla, es compromiso.
De ahí que todo cura tenía a una sobrina en casa...
Santa Teresa: “En un éxtasis se apareció un Angel tangible en su constitución carnal, y era muy hermoso; vi en la mano de este Angel un largo dardo; era de oro y llevaba en la extremidad una púa de fuego. El Angel me penetró con el dardo hasta las vísceras y cuando lo retiró me dejó un ardiente amor hacia Dios”. Polvazo.
Menudo corta rollos el puto Concilio de Trento.
Los apóstoles estaban casados como cualquier otro judío de la época, pero luego pasaron al celibato.
"Si no pueden guardar continencia, cásense, que más vale casarse que abrasarse”. <- hace referencia al pueblo en general, no a los clérigos.
Lo demás son todo frases sacadas de contexto y chorradas, la única cortapisa que se pone a las relaciones sexuales está fuera del matrimonio y en el sacerdocio.
Lo que los simples mortales entendemos como curas se dividen en dos: diáconos y presbíteros. Y hay algunas diferencias entre ellos y en los votos que hacen.
Una de las diferencias es que los diáconos pueden estar casados (no sé si casarse a posteriori) aunque de ser así, nunca podrán ser presbíteros. Una cosa que me hace gracia es que la esposa tiene que mandar una autorización firmada al obispo para que su marido pueda ejercer como diácono. Un diácono que pretenda ser presbítero no puede casarse, ni estar casado. En cuanto al voto de castidad, aunque no tengo la información, dudo que esté contemplado en el caso de un diácono casado porque sería ir en contra de la vida matrimonial.
es.wikipedia.org/wiki/Diácono
En fin, me enteré de todo esto hace poco y quería chulear un poco.
dentro del convento,
pues la que no llega rota,
se la meten dentro.
que me dice usted.
es.m.wikipedia.org/wiki/Don_Juan_Tenorio
La discriminación y los delitos contra la libertad sexual están tipificados en el código penal. Los abusos que comete la iglesia con sus fieles son una anormalidad jurídica que se tolera por tradición. Son los propios cristianos los primeros que deberían denunciarlo.
A los casos no se les deja ejercer el sacerdocio. Eso es discriminación y por tanto delito.
Por poner un ejemplo el islam permite la poligamia, pero como es un delito en España no se permite. Pues con los oreceptos delictivos del cristianismo debería ser igual.
Yo diría que en el artículo se puede establecer una diferencia entre lo que se proponían los padres de la Iglesia y lo que practicaban los clérigos y monjas unos mil años después.
Los primeros: aborrecen la sexualidad y la procreación, ya que (eso no lo dice el artículo) todavía se creen que Jesucristo vino para anunciar el fin de los días. O sea, iba a estar todo el pescado vendido para la semana que viene. Para qué molestarse en tener hijos. Si el mundo se va a acabar, no vale la pena reproducirse y todo fornicio es pecaminoso. Si eres pecador, cásate.
Los segundos, les soltaban a las monjas unos rollos infumables con tal de que les dejaran meterla en caliente. Las monjas podían ser víctimas de abusos y violaciones, ingénuas que consentían sin tener ni idea, o bien mujeronas más listas que el hambre que sabían latín. De todo habría.
Si parecen angelotes deesosquesacanloscarrillosenloscuadrosde
Al final del artículo:
Hay que resaltar que los hechos que se han relatado aquí están perfectamente documentados por historiadores y eruditos, incluso en muchos casos han sido juzgados y sentenciados por las autoridades de la propia Iglesia, y así constan, con todo lujo de detalles, en las actas de los procesos de los juicios eclesiásticos y de los promovidos por la Santa Inquisición.
Naturalmente que a lo largo de la historia ha tenido que haber clérigos y monjas que han vivido en sus conventos haciendo honor a sus votos, entre ellos el de castidad (y que por ello no aparecen en estas narraciones que pretenden poner de manifiesto justamente lo contrario), siguiendo un camino de perfección espiritual y de acercamiento a Dios ya sea ascético o místico, y que, dicho sea en justicia, han tenido que ser una mayoría.