El rugir de los motores que transitan por la A-5 es ensordecedor hasta tal punto que una charla casual requiere de cierta pericia a la hora de leer los labios . «¿Qué tal vive usted aquí?». Es necesario repetir tres veces a un sexagenario que pasea con su garrota junto a su portal. Cuando consigue comprender la pregunta, afirma rotundamente: «Pues ya lo ves, hijo, un horror».
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#1 que reclamen a carapo
Seguro que hace 40 años la carretera no era así pero ya se sabe que los medios de transporte van a más y si no gustan los ruidos hay que buscar una casa alejada a una carretera nacional/autovía/aeropuerto/vías de tren. La suerte la han tenido los moradores cercanos a las vías del tren en Vigo, que al llegar el AVE desmontaron la parte de las vías en desuso. En el recorrido cercano a Vigo encontrabas casas "pegadas" a las vías, sin separación alguna, por lo que el paso del tren debía ser tremendo.