Partiendo de la base de que es complicado trabajar desde casa. Todo depende de la situación personal de cada uno, la falta de motivación también es un punto y no a favor, de que el trabajo salga adelante. Demasiadas tentaciones en la red, y demasiadas distracciones de las que no podemos ser ajenos, a no ser que contemos con una persona que se encargue de las tareas domésticas (bastante improbable) La motivación ha de basarse en hacer lo que nos gusta durante un período de tiempo a lo largo del día. Sin sentirnos culpables.
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Moraleja: generalizar tanto no está bien, (en todos los sentidos)
La vida es dura. Currar, aunque sea "de lo que te gusta", acaba quemando. Ir al gimnasio cansa y duele. Pero para ganar el pastizal que gano yo y para tener el cuerpo de portada de revista gayer que se me ha quedado después de destrozarme levantando jierro, hay que mirarse al espejo y decirse a uno mismo "tiraparallá vago hijodeputaaaaaaa".
Si en vez de eso empiezas a hacerte pajas mentales de autoayuda y a buscar el Santo Grial de la "motivación", jamás harás nada. Métete eso bien en la cabeza.
el que necesite motivación extra, que se lo haga mirar.
Claro, que si:
* Mundo ideal: toda la oficina aplaude porque se ha terminado una tarea. Se celebra con un ágape y unos vítores.
* Mundo real: tu jefe te pone otra tarea. Si con la que has terminado has solucionado un marrón importante o la empresa gana un pastizal puede (y solo puede) que te ganes un "bien hecho" y una palmadita en la espalda, aunque lo normal es que sea algo como "es su trabajo".
El teletrabajo ya es motivante de por sí, aunque solo sea porque no está uno anclado a un horario fijo, no necesita desplazarse, puede gestionarse el tiempo... que de vez en cuando hagas más horas de la cuenta no implica que eso pase siempre ni que a lo mejor un día puedas hacer unas horas menos porque necesitas hacer algo con solo avisar y que nadie esté contando los minutos que has perdido o las veces que vas a mear.
La única desventaja es verse un poco aislado de vez en cuando, pero dado que muchas relaciones laborales se basan en el puteo mútuo o en tener que aguantar a según quien, no siempre es tal desventaja.