Los trabajadores de la planta que la multinacional Cemex opera en Gádor (Almería) se manifiestan a las 10,00 horas de este sábado en la capital almeriense contra el cierre de la fábrica previsto dentro del plan de ajuste de la compañía. Cemex también prevé clausurar sus instalaciones de Lloseta (Mallorca), y que pretende ir acompañado de un ERE extintivo que afecta a un centenar de empleados directos y otros 300 puestos de trabajo indirectos
|
etiquetas: trabajadores , cemex , almería , manifestación
De todos modos mucho han aguantado el chaparrón estos ultimos diez años.
Lo hemos visto con Arcelor hace un par de años (y este casi otra vez en Asturias, así que supongo que pronto otra vez), hace unos días en Alcoa, ahora Cemex y seguramente en el futuro le toque a unas cuantas más (no me extrañaría que alguna gran empresa energética entre ellas).
El futuro está en la eficiencia energética, en todos los sectores.
Salvem el Moll vincula el cierre a un "pelotazo" de transporte de cemento
La plataforma Salvem el Moll de Alcúdia vincula el cierre de la producción en la fábrica de Cemex a un presunto "pelotazo" que beneficiaría a una empresa dedicada a la distribución de cemento que ha obtenido autorización de la Autoritat Portuària de Balears (APB) para explotar un centro de almacenamiento y distribución de cemento en el muelle de ribera del puerto ´alcudienc´. Según la plataforma, la empresa Transpulve S. L. "consigue el monopolio de la entrada de cemento a granel a Mallorca", ya que este material ya no se fabricará en Lloseta. Asegura que la operación se inició en 2010 por otra empresa vinculada a Transpulve que tenía previsto explotar el citado centro, aunque después renunció a la concesión. Aquella empresa debía pagar casi 570.000 euros anuales a la APB, mientras que Transpulve solo pagará 132.000 euros.
He comentado alguna vez que todos los productos y servicios deberían llevar dos semáforos (rojo, amarillo o verde):
- un semáforo laboral, que mida el nivel de dignidad en el trabajo.
- un semáforo medioambiental, que mida el nivel de agresión al medio ambiente.
De esa manera compraríamos con pleno conocimiento, no sólo en función del precio.