Ya puestos, en las mismas fichas, por cierto, se adjunta a la ficha de Inés de Borbón, las de algunas de sus hijas (Eugenia e Isabel), que en abril de 1996, un año después que su madre, también se convirtieron en clientes de la misma banca, Lombard Odier.
Una familia ejemplar, decían cuando la prensa se autocensuraba.
Ya puestos, en las mismas fichas, por cierto, se adjunta a la ficha de Inés de Borbón, las de algunas de sus hijas (Eugenia e Isabel), que en abril de 1996, un año después que su madre, también se convirtieron en clientes de la misma banca, Lombard Odier.
Una familia ejemplar, decían cuando la prensa se autocensuraba.
Dios, qué gentuza.