"El país, al igual que antes e incluso más que antes, necesita de una fuerza política influyente de izquierda, que pueda contraponerse al nuevo régimen y también a los nacionalistas prorrusos y partidarios de Yanukovich. Mientras una fuerza así no exista, la protesta popular una y otra vez será instrumentalizada por los anteriores o los actuales dueños del país. Para eso, los militantes de izquierda y los verdaderos demócratas, a pesar de sus posturas personales respecto al Maidán, deberían unirse y trabajar juntos."
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A nivel social y territorial todo ha dejado un país dividido, una juventud que es en buena medida pasto del populismo entre los más jóvenes. Un escalamiento de la extrema derecha que se corresponde con el escalamiento de la violencia y un revisionismo atroz y obsceno de la historia de Ucrania. Por contra, hay muchos ucranianos bien formados desgraciadamente fuera de su país en su mayoría que podrían dar su voto a un partido moderado serio, sin populismos, que realmente dedique su tiempo a trabajar por el futuro y el desarrollo de su país y a mejorar el bienestar de la sociedad. Algo muy dificil en las condiciones muy enconadas que ha quedado la sociedad y el país, tras el golpe de estado en kiev y el de momento intento de contragolpe separatista en el este.