João Paulo Ruivo ayudó, junto a otros vecinos, a rescatar a personas y animales en la aldea de Boa Vista. Su imagen, con una oveja herida sobre los hombros, se ha convertido en la más simbólica de esta oleada de fuegos.
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Encima modesto el chaval,a todo esto ¡quien fuera oveja!
Lamentablemente es asi.
La belleza humana nos llama la atención y nos atrae y mientras no haya discriminaciones, tampoco veo que este hecho sea ningún drama.
E ahí la cuestión.
Pero vamos, todos vemos cómo le va a la gente guapa, o atractiva en general, por la vida, y a la gente fea.
Una tipa que no es guapa, pero se arregla tan bien, se pone las tetas bien arriba, pantalones que le marquen culazo, siempre como recién salida de la peluquería.... Y es despampanante, pero te fijas y ves que de "guapa" no tiene nada.
En cambio ves a otra y es cuando te fijas que dices: "coño, no está nada mal".
Yo tenía una compañera de facultad, que aparte de una tía de cojones, siempre iba vestida con un jersey, un pantalón vaquero y el pelo un poco desordenado... Años después, el día de la orla, la vi vestida "para lucirse".... Joer, qué bellezón, y encima siendo una tipa tan sencillita pues...
Pues con los tíos más o menos lo mismo, anda que no hay tíos de gimnasio con cara de orangután....
A mí una tía despampanante de tacones, enseñando teta y marcando curvas, vestida para llamar la atención, no me atrae. Es como lo del color de las avispas o las ranas venenosas: una advertencia.
La segunda tía de la que hablas es la que me atrae a mí, discreta y a su bola.
Y con los tíos pasa igual: el mono de gimnasio las pone cachondas, claro, pero puede perfectamente ser más feo que la hostia. Pero tiene atractivo sexual.
Incido en la diferencia porque a los hombres también nos gusta la gente guapa, sean hombres o mujeres, no tiene por qué estar implícito el tema sexual. Y (creo yo) vamos a tratar mejor a un tipo guapo que a uno feo. Y las mujeres igual. Aunque bueno, tal vez estoy simplificando, porque las mujeres no son tan sencillas, lo mismo viene una guapa y las otras ven peligrar su imagen, o yo qué sé.