A Belén, de 48 años y vecina de Santiago, cada día que sale de casa le supone 40 euros: los que le paga a una compañía de ambulancias que, con la ayuda de una 'silla oruga', la baja hasta el portal de su edificio debido a sus problemas de movilidad. Así pues, al coste de su terapia para luchar contra el avance de la esclerosis múltiple, a la que acude de lunes a viernes en la clínica Foltra, Belén tiene que sumar unos 800 euros mensuales únicamente para salvar las escaleras de su inmueble.
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- una simple búsqueda de internet dice que una silla oruga cuesta unos 3000 euros, en vez de necesitar todos los días contratar una podría comprarla, y luego cualquier amigo o familiar la podría ayudar.
- podría mudarse a una planta baja! No es que su situación sea temporal ni vaya a cambiar prontamente, así que no se porque se empecina a vivir en un tercer piso. Bien que podría vender o alquilar su apartamento y comprar o alquilar en un piso más bajo.
Irrelevante. Por la barbaridad que paga, tal y como ha mencionado #3, hay opciones infinitamente menos malas. Otra opción sería irse a una residencia en vez de tener a la madre de 73 años cuidándola; a mí, si soy incapaz de caminar y valerme por mí mismo, ni se me pasaría por la cabeza arruinarle la vida a un familiar haciendo que dedique la mayor parte de su existencia a ocuparse de mí, máxime cuando la diferencia económica fuese pequeña, como parece ser el caso.
Y viniendo de La Hoja Parroquial...
¿Por qué tiene que recaer económicamente la solución a un problema de movilidad derivado de una enfermedad penosa, incurable y degenerariva en el paciente? ¿Por qué ese castigo adicional?
Pero que no se preocupe, ahora que la mismísima prima de Frijolito ha pasado de gestionar el Área Sanitaria de Ourense a gestionar la más poderosa de Santiago de Compostela le encontrará una solución. (En su puesto de Ourense era famosa por gastar en un cátering privado que le llevaba la comida a su mismo despacho).
Yo al menos no reconozco el derecho a vivir en la casa de toda la vida si eso implica obligar a terceros a dejarse una pasta.
Tampoco reconozco la necesidad de poner un servicio como el que necesita a si disposición en lugar de destinarlo a emergencias.
No, la opción más sensata es mudarse de casa.
pd: Es algo que llevo pensando desde que era voluntario en la DYA y ayudaba a bajar ancianos de viviendas sin ascensor.nunca entenderé ese apego a cuatro paredes viejas.
Hay algo que no encaja.