Verdes Equo Aragón considera que para transitar hacia un nuevo modelo energético necesario para adaptarnos al cambio climático, se ha de avanzar en la descentralización y la democratización de la energía, ponerla en manos de la ciudadanía de manera que sean los propios consumidores los que generen su propia energía y no dejando todo el control a las empresas del oligopolio eléctrico.
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etiquetas: transición energética , renovables , megaproyectos , despoblación
Un partido ecologista le debe importar un ñordo la globalización ni los oligopolios ni todas esas palabras que fuera del discurso político no las usa nadie. Solo le debe importar salvar el planeta. Ni de izquierdas ni de derechas ni de arribas ni de abajos.
Si no, no son un partido ecologista. Son un partido de izquierdas (en este caso) que además hace políticas ecologistas. Que no está mal, es como la paella con pimiento que se convierte en arroz con cosas, que está muy rico, pero no es paella. Y no es un partido ecologista.
El peligro de las grandes redes es que éstas son más fácilmente monopolizables por las grandes empresas eléctricas que un sistema basado esencialmente en producción descentralizada, de ahí que muchas de estas empresas apoyen activamente el modelo de los super-grids.
Los modelos de gran red, con sus grandes instalaciones, proporcionan grandes rendimientos a los inversores.
Pero si el objetivo ya no es crecer económicamente sin freno, sino tener una sociedad en equilibrio, plena, sostenible, creciente sólo en progreso humano y de su conocimiento, las grandes redes son antes un estorbo que un fin deseable.
Hostias, que con la excusa del "hay que generar en verde", se está empezando a legitimar que se pueda arrasar con todo. Estamos como estamos, entre otras cosas, porque todo lo que el cortoplacismo y la especulación han movido a nivel político, económico y social. Y, como mínimo, habría que plantearse si la solución a los problemas la vamos a encontrar movidos por los mismos impulsos.
Ya te digo yo que no. Las reclamaciones de los verdes siempre han ido más allá del modelo de producción energética, de nada sirve producir "más verde" si no se disminuye el consumo y se fomentan políticas de ahorro que conllevan inevitablemente un cambio de modelo social y económico. Cambiar petróleo por energía solar para seguir trayendo naranjas de Sudáfrica no es "ser verde", aunque pueda parecer que es un acierto "dejar las izquierdas y derechas" de lado, especialmente para que nada cambie.