Mussolini se presentaba a sí mismo como aquel que haría justicia por las exigencias coloniales frustradas para Italia al no haber sido atendidas tras los acuerdos internacionales que pusieron fin a la Primera Guerra Mundial. Hitler hablaba de un modo que sus palabras, haciendo un paralelismo, venían a decir principalmente “make Germany great again”. Se dirigían al descontento popular de unos países en los que los problemas socioeconómicos y la creciente organización de la resistencia comunista estaban poniendo en entredicho la infalibilidad del
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Sin embargo, victimizarse puede llegar a ser una forma poderosa de construir una comunidad. Quejarse constantemente de la desgracia de uno mismo puede ser en sí mismo una identidad. Y no es que las mujeres, en su mayoría, no tengan motivos para hacerlo. Es más bien que las causas y causantes de esas quejas son reinterpretadas por el fascismo para dirigirlas a sus potenciales enemigos políticos. Para cultivar esa identidad de la mujer como víctima se han venido usando “cifras objetivas”. Lo irónico es que la mayoría de estas quejas, que sí están fundamentadas con datos y son, en la mayoría de los casos, reales, no buscan el origen de las mismas. Y es que, a poco que se analice, podemos darnos cuenta que derivan de forma muy evidente en comportamientos típicos de la feminidad tóxica.
Si el vídeo del doberman ya era rancio hace 25 años, pues ya no te digo ahora. Y siguen usando exactamente el mismo argumentario
Me enamoro.
Quejarse cuando la ley beneficiaba al hombre y discriminaba a la mujer estaba bien, ahora que lo hace al revés, es fascista.
Suena a venganza.
¿Sabes que pasa? Que me da un poco por culo, que mientras tu te esfuerzas por defender una convivencia pacífica y consensuada con el ala conservadora que promueva el avance de la sociedad (aunque discutamos a cara de perro) excluyendo a la muchachada más descerebrada del debate, lo siento pero da la horrible impresión que siempre que se os señala a los cachorros del ala dura, en vez de posicionaros en un rechazo y una postura diferenciadora, salis a defenderlos, restarles importancia o hacer como que no existen.
Y si existen, machacas de gimnasio con aguiluchos tatuados buscando bronca, nostálgicos de la brigada politico social, señoritos de cortijo... Esa mierda existe y lo sabemos ambos y lo siento pero antes iban de tapadillo y ahora están desatados.
Hay un truco para que no te llamen "facha" (curioso, pero corrigeme si me equivoco, "facha" no es la palabra mas repetida de meneame, curiosamente es "progre" y si las unes "los progres me llaman facha" tienes ya el combo ganador) y es distanciarte de la gente que se está pasando los dias pidiendo taxis. Si lo haces, igual algún tarado te seguirá llamando "facha" pero te la pelará exactamente igual que a mi me la suda que me llamen "progre" o "comeflores" o "perroflauta" porque es un ataque totalmente vacío
que un hombre asesine a una mujer es malo. Que un hombre asesine a otro hombre es menos malo.
Y así.